Hoy no es un día cualquiera

Hoy debía ser mi día. El día en que me cogieran de un oscuro chenil, me subieran sobre una mesa y, siempre cruzando patitas para sufrir lo menos posible, me durmieran para siempre. Hoy hubiera sido mi fecha de sacrificio si mi mamá de acogida no me hubiese salvado. Creo que por eso me ha llenado de besos nada más despertarme (y todos los días, vamos, a qué nos vamos a engañar. Y es que además, como a mí me encanta que me quieran, me dejo querer todo eso y un poco más)




Pero hoy estoy aquí, jugando con peluches, pelotas... incluso tengo mi propia mantita (y fíjate: ¡mi propio blog!). Mi vida promete pero... estoy muy preocupada: estoy viva, lo sé, pero mi mamá de acogida tiene un poco de lío, porque mañana 14 se va a otra ciudad y aún no ha encontrado quien me quiera. Sólo un hombre llamó y me quería para criar ¿cuándo la gente se dará cuenta de que no hacen falta que nazcan más cachorritos como yo llenando las perreras?

Así que la cosa es ésa: que mañana 14 se van a otra ciudad y nadie se ha interesado por mí para quererme siempre, y ni siquiera eso: nadie quiere acogerme en su casita hasta que aparezca mi familia definitiva.




Quién sabe: quizás hoy sí sea mi día. Quizás hoy una familia maravillosa llame a Cristina (la chica de la asociación que también me ayuda) al 630 90 15 49 o la escriba a info@amigosdemilord.com . Incluso si quiere, puede pedirla el teléfono de mi mamá de acogida y que ella cuente que todo lo que dice de mí es cierto: que soy guapísima, buenísima y muy lista. Nada guerrera. Todo corazón.

Necesito esa familia maravillosa, que me quiera para siempre o que me acoja, por favor. La necesito hoy.

Puede que hoy sea mi día. Cruzo todas mis patitas.

Besitos y patototas,

AUDREY.